Los tejidos
No obstante la simplicidad de los procedimientos y de las instrumentaciones disponibles, fue de gran importancia la refinada profesionalidad, el conocimiento de los ínfimos detalles de la preparación del baño, de la soliubilidad de las mezclas, y de las temperaturas que permitieron producir telas muy preciadas y de continuo eran embarcadas hasta los confines del mediterráneo, como está demostrado desde las muestras de tejido encontradas en la nación como también en China.
El extraordinario control de este Arte de los Tintoreros, y de los tantos secretos que se transmitieron de una generación a otra, consintieron de producir enormes cantidades de telas; manufacturas que todavía hoy se ven en las numerosas representaciones pictóricas de Firenze renacentista y que se aprecian por la persistencia y luminosidad de los colores también por la extraordinaria variedad de las tintas disponibles que debían responder y adecuarse a las múltiples exigencias del mercado interno e internacional muy evolucionado en la época y en rápido crecimiento entre los siglos XIII y el XIV.
A propósito, es conveniente recordar que en el medioevo era muy importante e exigente mostrar la propia condición social a través del uso de las vestimentas refinadas realizadas con tejidos de calidad y teñidas de colores vistosos que, para los integrantes de la elite más alta se utilizaban también para adornar las propias casas.